Entro en la carta e inmediatamente estoy en el aire, de pronto una gran fuerza me aleja del lugar, literalmente me carga. Todo es oscuro pero desde lo alto puedo ver el círculo de cuarzos blancos de mi Jardín RosaLunar. Alli me depositan y en la oscuridad siento bajo mis pies la textura de hueso-piedra. Me quedo alli parada, miro a mi alrededor y todo es absolutamente oscuro, se que no existe nada mas que esa oscuridad… es la nada.
Camino
en círculos, en sentido contrario a las agujas del reloj y el círculo comienza
a abrirse, me muestra una espiral descendente que comienzo a recorrer. La
espiral descendente es de hueso-piedra, muy angosto, del ancho justo de mis
pies. Se que todo lo que me rodea es el vacío y aún así sigo descendiendo, sin
miedo, con la certeza de saber lo que hago.
Llego
al fondo, me detengo sobre una superficie rocosa oscura, frente a mi hay agua
muy oscura y profunda y todo el ambiente es acuoso, como de liquido amniotico.
Todo alli es acuoso y silencioso pero vivo. Puedo distinguir una orilla, al
otro lado, con “árboles” y “plantas”. Se que debo ir a esa orilla, a ese lado,
dudo, el agua es osucra y profunda hasta que digo “esto es un acto de fe, si he
de cruzar estas aguas, pues eso haré”
Inicio
el movimiento para caminar hacia el agua, la superficie sobre la que estoy
parada se mueve y en ese momento me doy cuenta que estoy parada sobre la
gigantesca cabeza de una serpiente. Miro hacia atrás y la veo en su verdadera
magnitud, es la espiral por la que acabo de bajar!
La
serpiente, con su cabeza, me deja al otro lado del agua, en la otra orilla.
Allí me esperan unas “personas”, todas vestidas de blanco. Están muy contentos
y me celebran. No hablan con palabras, solo emiten sonidos y yo se lo que estan
comunicando. Hacen un círculo a mi alrededor, quedo en el centro, entiendo que
es una ceremonia. Mientras hacen gestos y movimientos hacia mi, miro mis pies y
veo que estoy parada sobre el ojo de la serpiente. Me hundo dentro del ojo,
todo es acuoso y desde alli puedo ver todo lo que ocurre afuera, en todas partes. Nado hasta la
superficie y salgo del ojo de la serpiente.
Me
paran frente a un espejo suspendido en el espacio, es ovalado, reflectante y
acuoso. No comprendo qué debo hacer. Todos se retiran y al quedar sola frente
al espejo lo comprendo. Pido que se me revele aquello que impide mi desarrollo
espiritual para hacerle frente. El espejo se oscurece, luego poco a poco veo
ramificaciones, me recuerda la visión microscospica de un tejido, observo largamente
y luego avanzo hacia el espejo hasta entrar en él, todo es acuoso, denso.
Al
otro lado del espejo están todos esperándome, me miran con aprobación, no dicen
nada pero comprendo que lo he logrado.
Nuevamente
me paro sobre la cabeza de la serpiente y ella, con movimientos sinuosos y
siguiendo la forma de la espiral, me devuelve al círculo de cuarzos blancos de
mi Jardín RosaLunar.
“Desciendo
al inframundo, se me revela mi esencia y traspaso el umbral.”
Imágenes
del Tarot: de mi colección particular
Dibujo:
Roselia RosaLunar
Texto:
Roselia RosaLunar del Cuaderno El Viaje del Retorno, lunes 18/07/2005
(Maestra
Sirius y Maestro Suen, de Venus me mostraron el camino para regresar a mi: El
Viaje del retorno, un viaje iniciático transitado de la mano de cada Arcano
Mayor del Tarot. Este viaje tuvo lugar entre el 05/06/2005 y el 27/08/2006.
Para ese momento contaba con 44 años, hoy tengo 60)
@rosalunar33
@jardinrosalunar_espaciosagrado
rosalunar33.blogspot.com
jardinrosalunar.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios de este blog no pasan por el proceso de moderación. Te invito a expresar tus ideas y opiniones desde la responsabilidad y el respeto